La gingivitis es una de las enfermedades bucales más peligrosas a las que nos podemos enfrentar. Su peligro, radica en que, en sus primeras fases, a pesar de mostrar algunos síntomas, no resulta molesta y prácticamente no duele. De esta forma, es bastante habitual que muchas personas que la padecen, decidan no tomar ninguna clase de medida puesto que, por el momento, la enfermedad no supone un problema en su día a día. Sin embargo, si no tratamos la enfermedad a tiempo, en su debido momento, nos exponemos al riesgo de que, a la larga, podamos perder todas las piezas dentales.
Visita a tu dentista con regularidad
En primer lugar, la mejor forma de tratar la gingivitis es acudir a continuas revisiones con tu dentista. Aunque creas que tienes la boca bien y no te duela nada, siempre puede existir alguna enfermedad silenciosa que está ahí, esperando a mostrarse más adelante y que tan solo el dentista puede ser capaz de encontrar.
Por otro lado, ni que decir tiene que si experimentas algún tipo de dolor o ves que tus encías se encuentran rojas, inflamadas o que sangras cuando te lavas los dientes, la visita al mismo tiene que ser inmediata.
Cepillarse dos veces al día
Para evitar que pueda aparecer la gingivitis, lo más importante es contar con la higiene bucal adecuada. En este sentido, es recomendable lavarse los dientes como mínimo dos veces al día, sobre todo después de cada comida y antes de acostarse por la noche.
En el mercado existen pastas de dientes especiales, que cuidan las encías, por lo que si padeces de encías sensibles o experimentas problemas al cepillarte, suponen una buena solución para poder hacerlo con comodidad sin problemas.
Utiliza hilo dental
Por último, es bastante recomendable utilizar hilo dental después del cepillado. Muchas veces, el cepillo no llega a todas las partes de la boca y precisamente por ese motivo, hay diferentes zonas que debido a los restos de comida que quedan, termina por acumularse más placa.
En este caso y para prevenir todos estos problemas, es necesario recurrir al hilo dental para acabar con todos esos restos de comida que de otra forma no hubiéramos llegado. Una buena limpieza bucal es importante y necesaria. Cabe destacar, que este hilo dental tiene que ser utilizado como un complemento al cepillado y nunca entenderlo como un substitutivo del primero.